Y entonces las balas pasan rosando el sueño, las olas del
mar lejano se asoman y se van volando mientras los ojos de criaturas se asoman
como linternas de entre los basureros, la tristeza camina lentamente mientras el espectáculo
se lleva a cabo, caravanas de circos llenan los poblados y la gente asiste sin
quererlo al espectáculo, los payasos vomitan sangre, y las trapecistas dejan
sus brazos pegados a los cables, el público no puede cerrar los ojos, su cabeza
no puede girar para otro lado, el público está petrificado, el público solo
observa, en vez de reír llora mares desde los poros de la piel, el circo va
creciendo y el público va sufriendo, la caravana avanza, las voces rotas se
escuchan como antes se escuchaban las gaviotas, un autobús es el acto
principal, grande, viejo, grotesco, descuidado, el autobús llega ataviado de
espejos, se estaciona frenético en medio de la pista mientras los corazones se
agitan, el público en su inmovilidad corre con la mente a tierras lejanas,
mientras sus cuerpos van contemplando los pasos que los llevan dentro del autobús,
el circo ahora es el autobús, ha crecido y es más grande que toda la carpa
entera, el circo con todos sus personajes ahora está dentro del autobús, el autobús
arranca y la función comienza, el público se mira a sí mismo, los rostros de la
gente inmóvil destellan miedo, las gotas de sudor van cayendo al suelo, hay ratas
que beben el líquido salado, el autobús se desplaza lento por montañas, la
gente se desmorona en arena y luego se vuelve a juntar, un vendedor vende un
libro sobre el significado de los sueños, mientras una mujer se pone a cantar
el cielito lindo, alguien sube a vender chicles, mientras una cumbia se escucha
desde la mochila de otra persona que camina con notable equilibrio, la gente de
piedra se relaja un poco, sus ojos, que son lo único en movimiento en su cuerpo,
se cierran por momentos, alguien pestañea y con eso sonríe a otros ojos, dos
más se salen de sus órbitas y se ven entre ellos, el autobús camina y la
oscuridad aparece, como si entrara en la boca de un elefante, el autobús se
vuelve espeso, la soledad se vuelve gritos y los ojos tratan de escapar de los
cuerpos, las voces actúan su papel, los dientes se afilan, las manos se vuelven
pulpos y las lágrimas solo hacen que las ratas engorden, el autobús se pone
pegajoso, los asientos se mojan y los cristales se opacan, la gente de piedra
quiere volverse polvo otra vez, las voces son excremento, las voces no dejan de
hablar, el autobús se revuelca ahora en lodo, el escape gotea pus de miles de heridas,
los ojos se hablan, se van, se esconden entre la piedra, la piedra se vuelve
más dura, las voces de excremento se alejan, el autobús se detiene, la piedra
se vuelve polvo y vuela, sale por las ventanas y por las rendijas, el autobús
se va yendo, lleno de lodo, de fluidos, de viseras podridas, el polvo llega a
la playa, en la playa el polvo forma cuerpos, el público se toca para comprobar
que no falte nada, la gente se asegura de tener sus piernas, sus brazos, sus
dedos, o si no ha faltado alguna nariz o boca, los cuerpos caminan, los ojos no
quieren mirar atrás, el sonido del autobús se pierde entre las voces que acaban
de despertar, la gente camina, se dispersa, algunas personas corren con todas
sus fuerzas, algunas más solo arrastran sus pies, alguien de un salto sube a la
luna, mientras alguien más brinca al sol y desaparece en cenizas, se ve la
tierra desde el aire, un águila vuela en círculos mientras el circo comienza a
montar la carpa otra vez, el público se vuelve de piedra.
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