Estoy molesto, no me alcanza la voz para gritar mi descontento, no se puede explicar la sensación de frustración y enojo al ver cómo un grupo de personas que representan la elite de la clase política mexicana aprueban en una fría cámara de senadores una reforma energética que no hará más que facilitar el saqueo y el robo de los recursos naturales y la riqueza del país. Veo con desprecio las sonrisas hipócritas de las personas que presentan las noticias de los canales de televisión pública mexicana, veo en sus ojos la ironía, la burla, la falta total de conciencia social, veo a personas adormecidas y profundamente domesticadas que se conforman por ser parte de los grupos que se benefician de los robos, veo que este año 2013 se vino una oleada de cambios a la constitución mexicana que hace parecer que es un simple papel de baño con el cual nos limpiamos a diario, veo con frustración que el dinero, alimento supremo de nuestro sistema de vida y de creencias, es quién está tomando las decisiones de todo un país, veo cómo cada vez las estrategias de alienación hacia la población son más sofisticadas y constantes, no pasa un día sin que nos quieran definir un rumbo diferente a nuestras vidas, nos obligan a obedecer, a callarnos, a actuar como si no pasara nada.
¡Ahora ya estoy cansado!, si antes no confiaba en las instituciones políticas de este país, ahora mucho menos, la aprobación de la reforma energética, sumada a la reforma educativa, a la electoral, a la laboral y a la fiscal me hacen darle la espalda total a sus leyes, a sus discursos, a sus mentiras, yo no las reconozco, no comparto su forma de ver las cosas, no soy estúpido y me doy cuenta que están jugando con nuestras vidas, me indigno y me encabrono, para mí no representan nada, desde este rincón del país les vomito mi desprecio, mi rabia, mi consciencia, mi humanidad, desde aquí les hablo de justicia, palabra que nunca entenderán, desde aquí les escupo a la cara.
Ya lo sabíamos, pero ahora nos lo hacen saber con fuerza, no son nadie para el pueblo, son mentiras convertidas en cuerpos humanos, son intereses económicos disfrazados de representantes políticos, son nada para la gente, son desprecio, son gente sin ética, no conocen a las personas, viven en un mundo ficticio y si es así, dejémosles ahí, en ese mundo, aislado, aislémosles de nuestra vida, no les permitamos que se roben nuestra mente, nuestra felicidad, seamos desobedientes, plantemos nuestras reglas de vida, apeguemos la tele de por vida y reinventemos las reglas, si ya la constitución es un papel de baño, no guiemos nuestros pasos por ese papel y escribamos nuevas palabras, démosle la espalda a sus órdenes, seamos desobedientes con el sistema político que nos asesina, nos viola y nos roba lentamente, seamos desobedientes constantes, no solo esta semana, ni este año, seamos desobedientes a partir de ahora y lo que nos quede de vida, no tenemos que poner una bomba, solo tenemos que desobedecer sus normas de manera constante, sin violencia, con tranquilidad pero con fuerza, no me creo tus mentiras dirán nuestras acciones, no te permito que me humilles dirán nuestras acciones, no significas nada para mi dirán nuestras acciones.
1 comentario:
excelente reflexión , que contagia a la acción .Lo difundimos con potencia
Andres desde la Argentina mas profunda
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